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Salud y Ciencia

DOCTOR ARTURO OÑATIVIA
MÉDICO SANITARISTA

Por Elena Luz González Bazán especial para Historia

6 de abril del 2020

 

Arturo Oñativia nace el 16 de abril de 1914 en la provincia de Salta.
Fue un médico reconocido porque ocupó el Ministro de Asistencia Social y Salud Pública de la Nación, durante el período 1963-1965, el presidente era Arturo Umberto Illia y el vicepresidente, Carlos Humberto Perette.

Además de médico, fue docente, investigador y político. Se lo considera un hombre y fue honrado, transparente y fue reconocido por sus amigos y los adversarios.
Nacido en la provincia de Salta, realiza sus estudios primarios y secundarios y egresa como Bachiller del Colegio Nacional de Salta en el año 1932.
Cursó sus estudios universitarios en la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de la Ciudad de Buenos Aires, obteniendo el título de Doctor en Medicina en el año 1940, con la calificación de sobresaliente. Su tesis versó sobre: “Estudio Clínico del Síndrome Adiposo Genital”.

TAREAS DESEMPEÑADAS

Fue médico concurrente en el Servicio de Clínica Médica del Profesor Dr. José W. Tobías, en la sala VII del Hospital Torcuato de Alvear y luego Médico Asistente desde 1941 a 1943. Concurrió posteriormente a la sección Endocrinología del Instituto de Semiología Dr. Gregorio Aráoz Alfaro, en el Hospital Nacional de Clínicas.
En 1942 ganó un concurso de título y antecedentes para cubrir el cargo de médico Asistente en la especialidad de Endocrinología en la sala XVII del Hospital Rivadavia, bajo la jefatura del Profesor Dr. Enrique del Castillo. En este servicio llegó a Jefe de Clínica. Para completar su especialización realizó cursos de post-grado bajo la dirección del mismo docente.
Durante su permanencia en Buenos Aires, ejerció la medicina privada en la Clínica Marini, en la especialidad Endocrinología y Nutrición, donde fue jefe de Clínica.
Como Médico Clínico se destacó por su capacidad de observación, el examen prolijo del paciente y su actitud reservada, era analítico y con gran capacidad de síntesis; sus diagnósticos de certeza traducían seguridad y por sobre todo se percibía su gran humanismo.
Era buen psicólogo, en los primeros minutos tenía en claro la personalidad del enfermo y el motivo que lo afligía.

TRABAJOS DOCENTES

Llevó adelante el trabajo docente en la Cátedra de Clínica Médica del profesor doctor José W. Tobias y en los cursos de post grado de la especialidad que dictaba, anualmente, en el Hospital Rivadavia, dirigida por el profesor doctor Enrique del Castillo.

Dicen sus biógrafos sobre su tara de investigador que: fue un observador objetivo, sistemático, tenaz y perseverante, realizó numerosos trabajos, sólo o con investigadores de la talla de los docentes anteriormente citados y otros de reconocido prestigio en la medicina argentina que merecen recordarse tales como Rucco, del Buce, Trabuco, de Majo.

Sus publicaciones fueron un total de 32 que hizo para revistas nacionales y extranjeras.
Las comunicaciones en congresos, jornadas, reuniones científicas fueron numerosas.
Por otro lado, realizó traducciones de libros de la especialidad y participa, con otros autores, en la redacción de libros de Endocrinología.
Con una sólida formación médica, después de ejercer la profesión durante 15 años en la ciudad de Buenos Aires, fue transferido en el año 1955 al Centro Sanitario de la Delegación Sanitaria Federal de la ciudad de Salta, en calidad de Jefe de Clínica y en 1957 como Delegado, cargo al que renunció en 1958.

SUS TRABAJOS EN LA PROVINCIA NATAL

En Salta organiza el Instituto del Bocio, algo que venía pensando durante sus tiempos de estudios e investigaciones.
Su objetivo era controlar la endemia Bocio Cretínica que afectaba a gran parte de la población de la región pre-cordillerana argentina, muy especialmente el NOA.
En Salta, las encuestas realizadas manifestaban que había una prevalencia del 41% en los niños en edad escolar. En el caso del valle de Lerma la misma ascendía al 100% de los niños. El Cretinismo era frecuente, no había pueblo o localidad que no contara con algún célebre representante.
Esta endemia afectaba el potencial psico-intelectual y la capacidad de desarrollo económico y social de esta extensa región Argentina.
Oñativia unió organización, sus conocimientos médicos y su poder de conducción, voluntad, ideal y dedicación, de tal forma, puso en marcha la tarea de llevar adelante el Instituto del Bocio y más tarde el de Endocrinología.

LOS PARTICIPANTES

Lo hacen el Gobierno de la Provincia, la Universidad de Tucumán, el Ministerio de Salud Pública de la Nación y la Cooperadora Asistencial del Instituto, a tal empresa se unen los comerciantes y empresarios y el pueblo en general porque despierta confianza en la realización.

El Instituto del Bocio, que funcionó en un primer tiempo en un ala del Policlínico Regional San Bernardo, fue inaugurado oficialmente el 19 de febrero de 1958, y previo concurso de títulos, antecedentes y trabajos, se nombró al Dr. Arturo Oñativia como su director. En el aspecto docente concretó la firma de un convenio con la Universidad de Tucumán, con la que desarrolló una intensa actividad científica, de investigación y de formación de recursos humanos, ocupando en octubre de 1960 el cargo de Director del Instituto en la Facultad de Medicina de Tucumán.

POR CONCURSO

El cargo de Director que ocupó el doctor Oñativia fue obtenido por concurso ante los tribunales universitarios. Por otro lado, los principales cargos de jefatura fueron cubiertos por el mismo método.
Es importante destacar que, fueron dos los Institutos de Endocrinología que funcionaban juntos, en el mismo edificio, con el mismo director e idénticos profesionales médicos:
En el caso del provincial, se ocupaba de la profilaxis y de la asistencia social de la comunidad y de la atención médico quirúrgica de los enfermos de la endemia bocio-cretínica;
En el caso del universitario era el que se dedicaba a la docencia y a la investigación de dicho padecimiento.
En la institución se realizaba anualmente un curso de post-grado en Endocrinología, a los que asistían alumnos del último año de la carrera de Medicina.

Es dable informar que: El Instituto fue modelo de organización hospitalaria en la atención de pacientes, en la producción científica y en la capacitación personal. La actividad docente al lado de la cama del paciente y en Ateneos Anátomos Clínicos semanales, así como las diferentes modalidades de la enseñanza.

Tener una relación con instituciones tanto del país como de países del continente o del mundo llevó a que la formación se facilitara por medio de becas y/o actualización de los profesionales. Esto redundó en que la institución fue reconocida por su elevada calidad y excelencia, reconocida en nuestro país y en el mundo.
Se visualizó esta calidad porque personas con problemáticas se trasladaban de distintos países del continente para lograr un diagnóstico y posterior tratamiento.
Continuó con su orientación comunitaria, se siguieron realizando las encuestas de Bocio entre los escolares para ver y determinar su prevalencia y poder evaluar la situación real.
Esto desembocó en que logró controlar la epidemia Bocio Cretinica.

MILITANCIA PARTIDARIA

Se enroló en la Unión Cívica Radical. Ocupó puestos directivos, fue presidente de la misma en Salta, postulado para diversos cargos.
Fue propuesto para senador nacional, pero rechazó la designación en 1962.
Elegido el doctor Illia, lo convocó a colaborar en su gabinete como Ministro de Asistencia Social y Salud Pública de la Nación.

SU TRABAJO COMO MINISTRO

En materia de la prevención del Bocio Endémico: Ley Nacional de Iodación de la Sal de Consumo Doméstico que logró prácticamente la erradicación de la endemia; ya que con la misma se logra el enriquecimiento de la sal con yodo para uso alimentario humano y animal.
La presente ley se basó en los estudios realizados en las provincias de: Catamarca, Chaco, Formosa, Jujuy, La Pampa, La Rioja, Mendoza, Misiones, Neuquén, San Juan, San Luis, Salta, Tucumán y Tierra del Fuego, en las que el índice de bocio oscilaba entre el 12 y el 50 por ciento.
La sal enriquecida fue también para la alimentación animal. Esto se debió al alto consumo de carnes rojas y otras, en nuestro país por aquellas décadas. También se consideró el uso de sal enriquecida para la alimentación animal, ya que al tener la carne un muy alto consumo en nuestro país, la sal enriquecida llegaba por esa vía al consumo humano.
Es importante destacar que, el ganado lanar, vacuno y porcino mostraban que la carencia de yodo alteraba su reproducción y su pelaje, acarreando consecuencias adversas incluso desde el punto de vista económico. De tal forma, este cambio produjo modificaciones notables.

Se realizó una reforma del Sistema Hospitalario Nacional tal como Ley de Hospitales de Comunidad. En ese régimen funcionaron los Hospitales Nacionales de Gonet y de Mar del Plata que fueron un ejemplo de organización hasta mucho después de su gestión.
Se le debe la creación del Servicio Nacional de Agua Potable destinado a la provisión para las comunidades rurales.
Sin lugar a dudas, una ley que marcó el camino hacia el golpe de Estado: La Ley de medicamentos (Ley Oñativia) de 1964, restableció una política de precios y de control de medicamentos y receta según medicamento genérico, fijaba límites para los gastos de publicidad, y a los pagos al exterior en concepto de regalías y de compra de insumos.
Entre las barbaridades que adujeron los golpistas fue que era una ley comunista, de tal forma, para boicotearla se unieron las grandes empresas extranjeras que no se quedaron quietas porque perdían fuertes regalías… y ganancias…
Apenas asumió la dictadura de Onganía, procedió a anular la ley.
La escuela de Salud Pública de la Universidad de Buenos Aires recibió un fuerte impulso, esto se tradujo en la formación de médicos sanitaristas tanto argentinos como de países del continente.  
Hubo una tarea incansable del doctor Oñativia hasta que se produjo el golpe militar.
Regresa a su provincia natal: Salta y en la total pobreza.

Lo dejan cesante en el Instituto del Bocio. De tal forma, se dedicó a atender la problemática de la desnutrición infantil que asolaba el Noroeste Argentino y era causa importante de morbimortalidad infantil, asociada con la infección.
Creó el Instituto de Investigación en Enfermedades Nutricionales, la carrera de Licenciatura en Nutrición, y la de Enfermería Universitaria. Contaba con el apoyo de la Universidad de Salta y de la OPS, pero el proyecto se interrumpió por falta de apoyo estatal.
Nunca abandonó la docencia, que ejerció a la par de sus notables estudios clínicos y epidemiológicos.

LOS RECONOCIMIENTOS RECIBIDOS

Premio de la Sociedad de Medicina Interna de Buenos Aires al mejor trabajo científico realizado en 1954.
Premio Mariano Castex entregado por la Academia Nacional de Medicina en 1970.
Premio Essex de la Sociedad Argentina de Progresos en Medicina Interna en 1975.
Premio al Mérito Distinguido del Círculo Médico de Salta en 1984.
Medalla de Oro otorgada por el Servicio Nacional de Agua Potable(SNAP) al cumplirse los veinte años de su creación.
Fundación Konex le entregó en diploma de Honor y el Konex de platino en 1983, en la especialidad de bromatología.
Fue miembro de la Academia de Medicina de Córdoba y de la Academia Nacional de Medicina.
En 1983 cuando se aprestaba a competir en las elecciones de octubre como candidato a gobernador por Salta, cae enfermo y fallece el 1° de abril de 1985.

FUENTES: doctor Oñativia, Storani, otras fuentes científicas y fuentes propias.

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