DURANTE
LA ÚLTIMA DICTADURA MILITAR SE QUEMARON LIBROS, DIARIOS,
REVISTAS, ARCHIVOS
30
DE AGOSTO DE 1980
QUEMA
DE LIBROS
Por
Elena Luz González Bazán especial para Historia
Latitud Periódico y Villa Crespo Digital
5
de mayo del 2019
Ese día la Policía Federal por orden dictatorial
decide la quema de un millón y medio de libros.
Se lleva
adelante en un terreno baldío de la localidad de Sarandí
en la provincia de Buenos Aires. Los libros eran o pertenecían
a la CEAL – Centro Editor de América Latina,
los mismos fueron llevados en camiones volcadores que descargaron
la cultura censurada.
Los libros fueron rociados con nafta y se les prendió
fuego, el testigo de aquel latrocinio fue su editor, Boris
Spivacow, fundador del CEAL y director reconocido de EUDEBA,
se afirma que fue necesaria su presencia para certificar que
la fuerza de seguridad, en este caso, la Policía Federal,
no había robado los libros.
Previamente, en particular el 7 de diciembre de 1978, los
depósitos del Centro Editor que alquilaba en el partido
de Avellaneda fueron allanados y clausurados por inspectores
municipales y por el Cuerpo de Caballería, en ese momento
se detuvieron a 14 trabajadores de la editorial que desarrollaban
su tarea.
Boris
Spivacow decidió presentarse ante el juez y explicar
que él era el único responsable de que aquellos
libros insumisos circularan en la Argentina, pidiendo por
la liberación de los trabajadores, tras lo cual los
mismos fueron efectivamente liberados.
Boris Spivacow no fue detenido, pero los libros ya tenían
destino cierto: la hoguera… como en las fogatas medievales…
o del oscurantismo de toda la historia universal.
Es así
que, el 30 de agosto de 1980… los libros fueron quemados…
la fogata duró más de 24 horas, el humo sobrevoló
por varios días más… sus brasas siguieron
encendidas… aquellas palabras escritas, sus frases y
párrafos fueron destruidas… los dictadores querían,
esperaban que fuera por siempre…
El CEAL
publicó unos 5000 títulos, que estuvieron agrupados
en 77 colecciones, esto fue desde su fundación en 1966
hasta 1995 en que cerró sus puertas; en ese trayecto
de tres décadas la editorial soportó el asedio
de dos dictaduras, aunque la más detractora fue la
última.
El pensamiento
de Boris Spivacow, sobre la editorial, estaba centrado en
que los libros que editara el CEAL fueron los que el p0úblico
lector, debía leer. El proyecto debía ser rentable
para que se pudiera seguir editando más libros.
Tal como
lo realizado en EUDEBA, la planificación se basó
en colecciones más vendibles que colaboraban con aquellas
no tan solicitadas; la difusión de los materiales llegó
a todo el país y se expandió a diferentes países
latinoamericanos y del mundo.
Las editoriales
EUDEBA y el CEAL fueron el gran proyecto para que la sociedad
pudiera acceder a la lectura y el conocimiento. Lo real y
maravilloso fue que los libros llegaron a todos y fueran un
elemento crucial para la sociedad.
A
MODO DE COROLARIO
No fue
la única quema, previamente, el 29 de abril de 1976,
citados por la oficina de prensa del III Cuerpo de Ejército,
al mando del general Luciano Benjamín Menéndez,
un núcleo de periodistas de diferentes medios de la
provincia mediterránea se llegaron al Regimiento 14
de Infantería, donde estaban los despachos de Menéndez
que tenía camino a La Calera, estaba presente el teniente
coronel Gorleri, el jefe del Regimiento, todo este despliegue
fue para mostrar cómo se quemaban los libros previamente
confiscados, arrebatados de hogares, bibliotecas y otros lugares…
así ardieron en la inmensa fogata de la censura.
En aquel
momento relatan que Gorleri hizo uso de la palabra para justificar
que estaban bien incinerados: “Incineramos esta documentación
perniciosa que afecta al intelecto, a nuestra manera de ser
cristiana…, y en fin a nuestro más tradicional
acervo espiritual sintetizado en Dios, Patria y Hogar”.
El oscurantismo de aquellos años dominó la historia
de estos mediocres tiempos, porque el libro es un elemento
de descarte… y la lectura se ha desbarrancado a límites
dolorosos… un país que tuvo un alto nivel de
lectura por habitante: 13 libros por año… hoy…
si se leen dos líneas podemos ponernos contentos…
Por ello
afirmar que: El conocimiento es lo único que libera
a los pueblos…
FUENTES
y FOTOS: varias y propias.
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